Estos relatos, que están basados en hechos de la vida real, fueron contados con la condición que los nombres y lugares sean cambiados, para proteger a los protagonistas.
EL JUICIO DE MI VIDA
“Estoy sentado en un banco frente a un tribunal. En frente mío, en la primera fila de las graderías del público, se encuentran, mirándome fijamente, mis tres esposas y la mujer que amo. Las primeras, con caras neutras, casi sin expresar emoción, y la última, con esos ojos encendidos y apasionados que me cautivaron desde el primer día.” LEER MÁS.
LOS OJOS PERDIDOS DE UNA MUJER ENAMORADA
“La primera vez que vi a Federico fue el día del matrimonio de Victoria. Acababa de entrar a su casa, acompañada de un amigo, cuando él volcó la mirada para ver quién llegaba. Nuestros ojos se encontraron. De la nada, sentí un flechazo.” LEER MÁS.