Ernesto Schilling (✝): la segunda generación en Droguería Inti

Tiempo de lectura: 9 minutos

Nací el 23 de abril de 1936, justo un mes después de que mi papá fundara la empresa. Dos años más adelante, el 27 de mayo de 1938, nació mi hermano Dieter. Nuestra infancia coincidió con el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

A mediados de 1940 toda mi familia se tuvo que autoexiliar en Argentina. La razón fue que Bolivia y los Estados Unidos declararon la guerra a Alemania y arrestaban a todos los alemanes en el país para llevarlos a campos de concentración en Texas, Estados Unidos. Entonces, para que no pase eso, mi papá, mi mamá y nosotros dos nos fuimos a Buenos Aires.

Historias de vida - Ernesto Schilling
Mi papá, Ernesto Schilling Huhn.
Historias de vida - Ernesto Schilling
Mi mamá, Lissy Kriete.

No me acuerdo nada de esa época, más de lo que me han comentado, pero no era mucho. Dieter y yo éramos unos niños, él tenía solo dos años y yo cuatro cuando nos fuimos.

Dieter y Ernesto Schilling
Dieter  y yo, de niños.

Volvimos a Bolivia en julio de 1946, cuando la guerra terminó. En el tiempo que estuvimos en Argentina, el señor Alfredo Rea Nogales, quien era el técnico farmacéutico que se quedó a cargo del negocio, tuvo que cambiar el nombre original que tenía la empresa, de Droguería Hamburgo como la fundó mi papá, a Droguería Rea Nogales. Él no pudo mantener el nombre original por las presiones que había.

Cuando mi padre otra vez ingresó al negocio, acordaron buscar otro nombre para la empresa. Al señor Rea Nogales se le ocurrió poner el nombre de Inti, que significa Sol en aimara y en quechua. Fue aceptado por ambos.

NUESTRA EDUCACIÓN

Entramos al colegio Alemán y salimos bachilleres en 1954 y 1955 (mi hermano estaba adelantado un año). También los dos nos fuimos a Alemania a estudiar en la universidad y escogimos la carrera de Farmacia, para mantener la empresa a nuestro regreso. Yo escogí ir a Frankfurt y Dieter, a Freiburg.

Hermanos Schilling en epoca de universidad
Dieter a la izquierda, yo a la derecha.

Dieter después hizo su doctorado en la Technische Universität Braunschweig, que está cerca de Hannover, en el norte de Alemania.

NOS INTEGRAMOS A LA EMPRESA

Cuando volvimos de la universidad, primero yo en 1960 y Dieter cuatro años después, en 1964, llegamos a la casa de mis padres que estaba en Miraflores, pegada a la fábrica. Vivimos poco tiempo allí, ya que Dieter se casó primero y se independizó. Yo me casé luego con María Luisa, el 23 de diciembre de 1966. Ella era de Chile y trabajaba como profesora en el colegio Alemán. Falleció veinte años después.

Empecé trabajando en Inti como ayudante de laboratorio del Sr. Heinz Throm, quien fue la persona responsable de iniciar el laboratorio en la planta. En 1963 el Sr. Throm salió de la empresa para independizarse y fundó su propia industria plástica llamada Plastoform.

A su salida, yo asumí las funciones como gerente de laboratorio. Cuando mi hermano llegó a Bolivia, el año 1964, mi padre me llevó a las oficinas de la droguería en la calle Socabaya para que maneje la parte comercial de la empresa. Mi hermano se quedó en la planta de Miraflores, a cargo de toda la producción de medicamentos.

En mis funciones de ventas, viajaba por todo el país en un auto Cherokee que tengo hasta hoy día, modelo 75, lo conservo bien mantenido. Muchos de los viajes los hacía con Federico Ohnes.

Historias de vida - Ernesto Schilling
Hacíamos los viajes en esta vagoneta. El guinche nos salvó una vez a mi papá y a mí cuando cruzábamos un río en el camino entre Santa Cruz y Trinidad, en los años 70.

Yo manejaba toda la parte de relaciones externas de la empresa. Estaba siempre en contacto con las otras farmacéuticas, con entidades del gobierno y, por supuesto, con todos nuestros clientes: farmacias, hospitales y clínicas, entre otros.

INDUSTRIA VERSUS IMPORTACIÓN

Al principio, el negocio era principalmente la importación de productos de laboratorios del exterior. Pero mi papá siempre tenía la idea de tener una industria farmacéutica en Bolivia y empujó en ese sentido.

Fue así como logramos tener licencias de varias empresas para hacer los medicamentos aquí. La primera licencia fue de Merck, a la cual seguimos representando. Hago notar que se trata de Merck Alemania, porque Merck también hay en los Estados Unidos, de esa no tenemos la licencia. Merck Alemania y Merck Estados Unidos estaban juntos antes de la guerra y después se separaron.

Recuerdo que había que pelear con los diferentes gobiernos porque no nos daban la oportunidad de desarrollar la industria farmacéutica, la importación seguía con mucho poder. En esa época yo era presidente de ALIFABOL (Asociación de Laboratorios Industriales Farmacéuticos de Bolivia) y desde ahí nos enfrentábamos a los grupos de importadores que querían mantener esta situación.

En el caso de Inti, mi padre tenía la ventaja de que podía conseguir financiamiento de los bancos para poder hacer crecer la industria. Se necesitaba mucho dinero para las maquinarias y para procesar los insumos. Hemos tenido momentos muy difíciles por la plata que adeudábamos, pero siempre hemos cumplido, no hemos fallado.

Mi padre inició la fábrica en Miraflores. Primero construyó su casa y después, poco a poco, empezó a comprar los terrenos alrededor de ella para hacer la fábrica. Hizo esto hasta que ya no quedaron más terrenos para comprar. Se construyó la fábrica y funcionamos allí hasta que nos faltó espacio para poder expandirnos más. Por eso hemos comprado los más de 10 000 metros cuadrados en El Alto, donde ahora está toda nuestra producción.

LAS RELACIONES ENTRE NOSOTROS

Mi papá era un hombre muy equilibrado, controlaba sus emociones. Antes de tomar decisiones, siempre hablaba con nosotros, con Dieter y conmigo, para conocer qué sugerencias podíamos hacer o cómo podríamos modificar alguna situación. Después de que conversábamos las cosas y estábamos de acuerdo entre nosotros tres, mi padre tomaba la palabra final.

Historias de vida - Ernesto Schilling
Mi papá en su escritorio de la calle Socabaya.

Las relaciones y la comunicación entre los tres fueron siempre fluidas. Mi papá era el gerente general y yo el presidente del directorio. Cuando mi papá murió, Dieter fue el gerente general y yo seguí de presidente del directorio.

Mi hermano era mucho más drástico que mi papá. Él sí decía: “se hace esto, se hace esto”. Varias veces hemos tenido que conversar algunos temas complicados. Yo, como presidente del directorio y como su hermano mayor, podía hablar con él a solas y le decía: “no lo haremos así, veremos de otra manera”. Él escuchaba y así hemos podido resolver muchas situaciones difíciles.

SOBRE EL BIENESTAR DEL PERSONAL

En la empresa siempre hemos tenido mucho interés por el bienestar de la gente. Es lo que hace mi sobrino Christian, quien está manejando la empresa muy bien, lo he felicitado muchas veces. Él sabe que de la misma forma que tratas a la gente, así también ellos responden. No hay que decirles que tienen que trabajar, la gente por su cuenta quiere que la empresa siga adelante.

Muchas trabajadoras venían con sus hijos a la planta porque no tenían con quien dejarlos en casa, por eso se ha habilitado desde los inicios una guardería para cuidarlos. Por otro lado, también hemos atendido en Navidad a los obreros y a los empleados, les hemos dado regalos y hemos festejado. El 15 de marzo de cada año, en la fiesta de aniversario de la compañía (la fecha en la que se fundó la Droguería Hamburgo original), se daba una fiesta a todos en el Club Alemán de Achumani con comida, música y bailes.

Los sueldos siempre han sido pagados a tiempo, nunca hemos fallado, ¡ni un día de retraso! Desde comienzo del mes nos preparábamos para que a fin de mes ya esté el dinero disponible para pagar al personal.

Mi padre ha sabido manejar con mucha sabiduría y firmeza la disciplina de la empresa, como también la parte de la industria misma. Nunca hemos tenido problemas en ese sentido.

REPARTICIÓN DE ACCIONES

Cuando mi papá tenía setenta y ocho años, tomó la decisión de pasarnos sus acciones. Previamente, compró las de accionistas como Rea Nogales y Abendroth, entre otros.

Nos dio lo que nos correspondía, 50% a cada uno. Hizo esto porque había buena relación entre las partes, siempre nos hemos entendido muy bien. Después de pasarnos las acciones, siguió como gerente general de la empresa, hasta su fallecimiento siete años después, a la edad de ochenta y cinco años.

ALGUNAS PALABRAS PARA TERMINAR

Droguería Inti es una industria que se ha desarrollado bastante fuerte. Tenemos sucursales propias en las ciudades y una fuerza comercial muy extendida. También hemos ampliado la exportación a países como Paraguay, Perú y, si no me equivoco, hemos llegado a España y Alemania para cosas pequeñas.

Estamos bien con la empresa.

*****

Nota del editor: El Sr. Ernesto Schilling falleció el 23 de agosto de 2019.

La siguiente historia corresponde al Sr. Gonzalo Muñoz-Reyes, gerente técnico de la compañía con 41 años de servicio. Por favor siga este enlace.

Si desea ver todos los relatos de Droguería Inti, por favor siga este enlace.

*****

“Historias de vida”, escritas por Marcos Grisi, están disponibles en Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest y LinkedIn.  

*****

Escrito por

Cada historia que escucho es como si fuera mi propia historia. Y en cierta forma, es la tuya también. Al leerlas, espero que lo sientas así.

Un comentario en “Ernesto Schilling (✝): la segunda generación en Droguería Inti

  1. Ernesto, nos conocimos en un diplomado en La Paz, me contrataste para implementar el sistema de costos. Trabajé en el Banco Bisa y ,creo que fue la confianza que se instaló. Tengo muy hermosos recuerdos de mi labor en el laboratorio. Aún conservo el obsequio de un obrero por haberlo ayudado en sus estudios. Siendo honesto debo confesar que fui contratado por tener algo de descendencia Alemana. Un gran saludo a la distancia. No sabía que habías fallecido; recuerdo que tu padre me dio la bienvenida. Nos encontraremos en el más allá para agradecerte el hermoso pasar que tuve en INTI.

Deja un comentario